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Se estima que el suicidio infantil aumento considerablemente durante y después de la pandemia. Con el regreso a clases, el acoso escolar y el nivel de violencia de los niños se vio incrementado desproporcionalmente, como nunca antes habíamos visto o tenido registros del nivel de maldad en los menores, falta de empatía y ausencia de misericordia en los agresores.
El acoso escolar y la violencia entre los jóvenes han sido un problema persistente durante muchos años, y hubo informes anecdóticos de un aumento en la incidencia de ciberbullying durante la pandemia debido al aumento del tiempo en línea y el aislamiento social.
Sin embargo, las tasas de suicidio y las causas detrás de ellas son muy complejas y multifacéticas. Pueden estar influenciados por muchos factores, como la salud mental, la situación familiar, acoso escolar, bullying y otros factores sociales.
Además, muchos casos de acoso escolar y otros problemas de salud mental no son reportados o diagnosticados, lo que dificulta la recopilación de datos precisos y fiables.
En cualquier caso, es importante que los padres, educadores y la comunidad en general trabajen juntos para prevenir el bullying y apoyar la salud mental de los jóvenes, especialmente en estos tiempos difíciles.
Esto incluye fomentar la comunicación abierta y el diálogo sobre el acoso y la salud mental, fomentar el apoyo emocional y proporcionar acceso a recursos y servicios de salud mental cuando sea necesario.