El acoso escolar puede afectar a cualquier niño, independientemente de su edad, género, raza o estatus socioeconómico.
Sin embargo, algunos niños pueden ser más propensos a sufrir acoso escolar que otros.
Los niños que son considerados diferentes por sus compañeros, ya sea por su apariencia física, discapacidad, orientación sexual, raza o religión, pueden ser más propensos a sufrir acoso escolar. Asimismo, los niños que tienen dificultades para establecer relaciones sociales, que son tímidos, ansiosos o inseguros, también pueden ser más vulnerables al acoso escolar.
Los niños que tienen dificultades de aprendizaje o de comportamiento, o aquellos que presentan algún tipo de trastorno de la salud mental, como el Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH), también pueden ser más propensos a sufrir acoso escolar.
Es importante recordar que el acoso escolar es un comportamiento inapropiado y dañino que no debe ser tolerado bajo ninguna circunstancia. Las escuelas y los padres tienen la responsabilidad de prevenir el acoso escolar y tomar medidas para proteger a los niños que puedan estar en riesgo.