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La protección de nuestros hijos es la base de un hogar fuerte y unido. El acoso escolar no solo afecta a los niños, sino que también deja cicatrices profundas en toda la familia. Cada niño merece sentirse seguro y amado en su entorno escolar. Como padres, es nuestra responsabilidad asegurarnos de que nuestros hijos sepan que siempre tienen nuestro apoyo incondicional y que nunca están solos en sus luchas. Protejamos juntos a nuestros hijos del bullying, cultivando un ambiente de confianza, comunicación abierta y amor en nuestro hogar. ¡No permitamos que el bullying destruya nuestras familias, defendamos juntos el derecho de cada niño a una infancia feliz y segura!
Cuando un niño se suicida a consecuencias del acoso escolar, el vacío que deja en su hogar, es irremplazable y el dolor es incurable.
Prevenir el Bullying, es evitarnos un dolor inmenso y la destrucción de la familia.